La verdadera prosperidad es poder mirar a los ojos de alguien en su gran momento de imposibilidad y tomar su necesidad como propia. Kenneth Copeland
Un día, una gran amiga mía que estaba en esta país sin saber hablar ingles, madre soltera, se acerco a mi y me dijo en tono desesperante: "Me tengo que mudar del apartamento donde vivo porque no es un ambiente seguro." Yo la mire y le tome las manos y le dije: "Vamos a orar porque Dios tiene algo bueno para ti y le vamos a poner esta situación en sus manos."
Ore una sencilla oración. Le pedí a Dios que le proveyera un lugar bueno para vivir con su hija. Un lugar seguro y económico. En los días siguientes salimos a buscar locales. Eran todos horribles y muy costosos. Pero, yo le decía que no se preocupara porque Dios iba a proveer. Recibí una llamada unos días después de haber orado con ella de alguien que buscaba un alquilino responsable. Con una sonrisa llame a mi amiga y le conté sobre la llamada. El apartamento era perfecto. En una casa lujosa con un patio precioso y dueños que la recibieron como si fuera familia. Hasta el día de hoy mi amiga vive ahí y el favor que ella a recibido es sobrenatural. Muchas veces no tiene que pagar renta como regalo del dueño y hasta el día de hoy años después nunca le han subido la renta!
El poder de oración.
1 comentario
Muy lindo testimonio, debemos tener verdadera de en que las cosas nos van a resultar bien, incluso si no vemos los medios adecuados para conseguirlo, existen muchas formas de manifestar la prosperidad, a veces ocurre en monetario u oportunidades como este apartamento.